Descripción:
«En Una porfía forzosa se percibe la inclinación del autor por indagar en la necesidad del amor como el primer y último sentido de la existencia humana. A la vez, el libro legitima la necesidad de otra porfía, la que ratifica al escritor con la obligación de volver a representar al ser humano en la complejidad de su desnudez, inerme y perplejo ante el avasallante caos de la vida urbícola, contrapuesta a su naturaleza y a sus valores, empeñado en múltiples oficios y disparatados afanes: vida atópica, utópica e intemporal en donde el único conjuro para emanciparse de la noria de la soledad y el absurdo se funda en el amor».
Gilberto Rangel
Fragmento del cuento «Hormigas en Manhatan»
En su recorrido desde el piso 69, el elevador se detuvo varias veces. La oficina que acababa de dejar era un salón inmenso, en cuyo rincón más apartado estaba el estrecho cuarto donde guardaba sus implementos de trabajo. Salió al lobby, observó con disgusto los murales dedicados al trabajo humano que engalanan el cielo raso y empujó las puertas giratorias. Se incorporó a la multitud en movimiento, al río humano que hablaba por teléfono y agitaba sus manos en el aire. Muchos llevaban un fardo a cuestas, una caja, un maletín, una bolsa, una sombrilla, un globo. Unos entraban y otros salían del rascacielos como de la boca de un hormiguero. Atravesó la calle y, desde la esquina de la Lexington con 42, contempló la antena que coronaba el edificio. Le gustaba mirar esa jeringa portentosa contra el cielo y buscar entre las innumerables ventanas aquella desde la cual acostumbraba disfrutar la salida del sol. La confortaba saber que allá, bajo la tutela de las monumentales gárgolas, existía un lugar para ella. Esta vez, sin embargo, era distinto, el supervisor le había anunciado su despido y sólo le quedaba hasta el fin de semana.